¿Existe
la igualdad de Género en las casas?
¿Hombres
y Mujeres tienen las misma igualdad laboral?
¿Ambos
sexos pueden realizar las mismas funciones?
¿Existen
tareas de Hombres y tareas de Mujeres?
Entrados en el Siglo XXI todavía
nos seguimos preguntando estos extremos. No
hay conversación del día en la que una persona no le critique a otra su labor,
por el simple hecho de ser de género contrario, (aunque sea de forma
graciosa, de buena fe o irónica).
Y las respuestas a las preguntas
planteadas nos la ofrecen los Psicólogos sociales, entre otros profesionales,
claro está. Dichas respuestas son fruto
de estudios laboriosos, en los que se ha estudiado las diferencias entre el
cerebro Masculino y Femenino, no sólo de nuestra especie, sino de parientes
cercanos como el chimpancé del cual compartimos el 99% de nuestro ADN. Dicho de
forma coloquial, compartimos el 99% de nuestra carga genética.
Fruto de dichos estudios nace el realizado por la Neurobióloga Louann Brizendine,
que indica que "existen diferencias entre el
cerebro Masculino y Femenino, pero son mínimas". Ambos están capacitados para realizar las mismas funciones, y por tanto
mismos comportamientos, sólo que las
hormonas de nuestro cuerpo (entre las que destacamos a los Estrógenos y
Testosterona) hacen que el cerebro del
Hombre tenga unas tendencias hacia unas determinadas conductas y habilidades y
el cerebro de la Mujer hacia otras. Pero dichas Tendencias, son sólo eso,
tendencias.
Por ello no podemos acomodarnos cada uno en su Tendencia de Género y
justificar así nuestra conducta, porque según el profesor Carlos Belmonte, Neurofisiólogo del
Instituto de Neurociencias de alicante, "el
cerebro es plástico y tiene mucha capacidad de aprendizaje" y puede aprender
de todo a lo largo de nuestra vida, independientemente del género. Por ello las
Mujeres pueden cambiar correctamente los neumáticos de un coche o realizar
labores directivas y los Hombres pueden cuidar a los niños o hacer las tareas
domésticas.
Después de esta conclusión propuesta
por estos autores y por la Psicología actual, hay que decir que dicha afirmación que indica que tenemos las
mismas capacidades, se ve tambaleada por las argumentaciones que realizan
algunas personas en nuestro día a día, (jefes, familiares, compañeros de
trabajo, etc…) Personas que, simplemente, se basan en lo que ellos creen o en su
experiencia y crean argumentos válidos para el resto de oyentes. Oyentes que
afirman dichos comentarios, por miedo, por desconocimiento o por otros motivos.
Y en ese sentido, desde
diferentes ámbitos, buscamos fervientemente la Igualdad de Género, y al fin y
al cabo de oportunidades. No hay más que recordar que, actualmente en los
colegios de países democráticos, tanto los chicos como las chicas estudian lo
mismo. No como entrados en la década de los 80 en la que había centros, en
España, que seguían dando clase de costura a las niñas, por poner un ejemplo. Pero a pesar de que hoy en día enseñamos
que debemos ser iguales y que niños y niñas estudian lo mismo en las escuelas, porque
los pedagogos han demostrado que tenemos las mismas capacidades, desde algunos sectores de los ámbitos
familiares y laborales, siguen Estereotipando las Conductas y tendemos a seguir
diferenciándonos, abriendo aún más la brecha entre Hombre y Mujeres.

Roles de Mujer y Roles de Hombre, que con el paso del tiempo se
asientan en la costumbre y de esa forma
en nuestra Cultura y en las diferentes culturas de nuestro planeta.
Por tanto la Cultura crea Estereotipos, que
a su vez genera Desigualdades, ya no sólo en asuntos de Género, sino en
asuntos como la raza o religión. Es la Cultura la que obliga a las Mujeres a que hagan cosas establecidas para las "mujeres", y se comporten como dice la norma social, y por el otro lado es la Cultura la que indica a los Hombres a que hagan unas tareas en concreto y que tengan una conducta de "hombre". Y en ese sentido, la Cultura castiga a aquellos que hacen tareas o conductas tradicionalmente asignadas al otro sexo. Así que fíjense que es la Cultura principalmente y no sólo, o no tanto, las Tendencias las que obligan a comportarse a las personas como Hombre o como Mujer.
Llegados a este punto, ¿qué hacer? puesto que, según David Matsumoto de la Universidad Estatal de san Francisco, "la Cultura ejerce una fuerte Influencia en las conductas humanas" y
por ello los Contextos en los que vivimos hacen que los Hombres y las Mujeres se
comporten como se comportan. Pues si queremos que Hombres y Mujeres se
ocupen de las mismas cosas y generemos una cultura de Igualdad de
oportunidades, debemos despojarnos de las antiguas creencias y empezar en las
escuelas y en los trabajos, pasando por la familia, a tratar a las personas
como personas y no como Hombres o como Mujeres.
- En las familias hay que dejar de pensar que esto es tarea de niñas y por ello no le exijo tanto al niño.
- En el trabajo debemos dejar de pensar que aquello es una profesión de hombres y por eso no lo puede hacer una mujer.
- En las Escuelas y demás ámbitos debemos dejar de pensar que unos u otros son más inteligentes que el sexo opuesto. Porque como dice Louann Brizendine "el 50% de las personas más inteligentes del planeta son Hombres y el 50% restante son Mujeres".
En definitiva:
1)
Ambos
tenemos la misma Inteligencia y por tanto las mismas capacidades (sin
olvidarnos de las Tendencias) de desempeñar las mismas tareas y conductas en
los ámbitos familiar, educativo, profesional o político. Y en ese sentido puede
haber mujeres fontanero, mecánico, arquitectas, Médico, Jueces… y Hombres profesores
de guardería, empleados del hogar, enfermeros…
2) No nos
acomodemos a unos Roles de Hombre o de Mujer. Hay que tratar que los padres
eduquen a sus hijos de forma que ambos, niño y niña, sepan realizar
correctamente las tareas domesticas, que ambos ayuden a los padres en todas las
situaciones, es decir que no sean sólo los niños quienes ayuden a papá a
cambiar bombillas, sino que las niñas también aprendan; como también los niños
deben ayudar a poner la mesa y no dejar esa función a la hermana.
3)
El
aprendizaje humano debe ir más allá del género. Puesto que ambos, Hombres y
Mujeres, pertenecemos a la misma especie. No podemos caer en el error de
atribuir comportamientos a una persona por el hecho de ser Hombre o Mujer. Así que
dejen de decir que todos los Hombres son iguales o todas las Mujeres son
iguales, porque los Psicólogos Sociales no comparten esta afirmación.
4) En el
momento en que consideremos a los trabajadores como profesionales y no como
Hombres o Mujeres, podremos conseguir que estas sean retribuidas de forma
igualitaria. Aquellas que trabajan en ámbitos tradicionalmente de hombres,
tienden a recibir menos salario que estos, y todo por esa Cultura y creencias
que, comentamos antes. Cultura que se arraiga en nuestro inconsciente y nos
indican que como es mujer no lo sabrá realizar tan bien.
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